sábado, 10 de julio de 2010

La Línea Mendoza

Su nombre está, al parecer, permanentemente asociado a la mediocridad ofensiva, pero su bien ganado apodo de Manos de seda explica su paso por las Ligas Mayores y la justicia de su lugar en el Salón de la Fama del beisbol mexicano. Se llama Mario Mendoza Aizpuru.

Juan Carlos Plata


George Brett (tercera base de los Kansas City Royals de 1973 a 1993) es reconocido en el mundo del beisbol por cuatro cosas: por el incidente del bat con brea (el 24 de julio de 1983 en Yankee Stadium); por ser el bateador que más se ha acercado a batear .400 en una temporada desde que Ted Williams lo hiciera en 1941 (bateó .390 con 449 turnos al bate en 1980); por salir del segundo juego de la Serie Mundial de 1980 por molestias relacionadas con hemorroides; y por la Línea Mendoza.

Durante una entrevista en 1980, Brett declaró: “Lo primero que hago los domingos es ver el periódico para saber quién está por debajo de la Línea Mendoza”. Antes de la era de Internet, en las ediciones dominicales de casi todos los periódicos de Estados Unidos, las secciones de deportes incluían un listado de los bateadores de Grandes Ligas y sus promedios de bateo.

El periodista deportivo Keith Olbermann inmediatamente especuló que, debido a la falta de espacio, los periódicos no publicaban la lista completa de bateadores y que en la lista que leía Brett, el último nombre publicado era el de Mario Mendoza, jugador mexicano que en ese entonces jugaba para los Seattle Mariners.

El 20 de agosto de 1980, Tim Kurkjian publicó en su columna Between the lines de la revista Sports Illustrated, lo siguiente:

“El short stop Mario Mendoza, cuyo nombre se ha vuelto sinónimo de pobre bateo cuando los jugadores de MLB empezaron a referirse a batear .200 como la Línea Mendoza, está considerando retirarse del beisbol de verano después de esta temporada, en la que juega con los Sultanes de Monterrey, en la Liga Mexicana.

”Mendoza, de 39 años, jugó 21 temporadas veraniegas y 20 invernales, incluyendo nueve años con los Pirates, Mariners y Rangers (1974-1982). Ahora está bateando .251 para Monterrey, pero su porcentaje de bateo en Grandes Ligas fue de .215, y terminó cinco temporadas por debajo de los .200.

”Mendoza dice que el término Línea Mendoza fue inventado por su compañero en los Marineros, Tom Paciorek, pero Paciorek insiste en lo contrario: ‘No fue mi idea. Creo que fue idea de Bruce Bochte. Me dan el crédito por inventar el término, pero yo no lo quiero’.

”Paciorek dice que Mendoza era uno de los jugadores más populares de los Marineros, tal vez el bateador designado del equipo, Willie Horton, no esté de acuerdo. Mendoza tenía a Horton como blanco habitual de bromas y juegos. ‘Willie salía decirle a Mario, ‘Aléjate de mi, mexicano loco’, cuenta Paciorek. ‘Una noche durante un viaje en camión, yo estaba sentado al lado de Willie que estaba profundamente dormido. Cuando despertó, lo hizo gritando: ‘Aléjate de mí, mexicano loco’”.

Dos años más tarde, el 13 de septiembre de 1982, Herm Weiskopf, en su columna Ball park figures, también de Sports Illustrated, escribió:

“De acuerdo a una encuesta realizada por Sports Illustrated con jugadores de Grandes Ligas, estas palabras y frases son las más recientes adiciones al léxico del juego:

”Cuando un bateador con problemas tiene un porcentaje de bateo menor a .200, ha ‘cruzado la línea Mendoza’, así nombrada en referencia al ex jugador Mario Mendoza, cuyo promedio de bateo en su carrera (1974-1981) fue .216.”

A la fecha hay quienes sostienen que la Línea Mendoza está en los .200, otros tantos dicen que está en los .215, pero todos coinciden en que el significado del término es de absoluta mediocridad.

Mario Mendoza Aizpuru nació en Chihuahua, Chihuahua, el 26 de diciembre de 1950. A los 19 años ya vestía el jersey de los Diablos Rojos del México y jugaba las paradas cortas, el equipo de la capital tenía un convenio con los Piratas de Pittsburg, que enviaban continuamente scouts para busca talento mexicano.

Mendoza y su habilidad natural para recoger rodados y sacar corredores en primera capturaron la atención de los buscadores norteamericanos y el joven mexicano terminó el año de 1970 en Estados Unidos.

Los siguientes cuatro años los pasó en ligas menores, en 1970 jugó para los GCl Tourist (Liga Rookie); 1971, Monroe Pirates (Categoría A); 1972, Salem Pirates (Categoría A); 1973 Sherbrooke Pirates (Categoría AA, donde bateó 8 home runsy tuvo su mejor promedio de bateo de por vida, con .268); 1974, Charlestone Charlies (Categoría AAA); todos estos equipos, sucursales de Pittsburg.

El 26 de abril de 1974 hizo su aparición en las Grandes Ligas. Durante el noveno innings de un juego que los Pirates perdían 2-3 contra los Houston Astros, el manager Danny Murtaugh mandó a Mendoza a correr en sustitución de Willie Stargell, Mendoza anotaría la carrera del empate y los Piratas terminarían ganando 4 carreras a 3.

Mario Mendoza participaría en 91 partidos de los Pirates esa temporada, en los que acumuló un porcentaje de bateo de .221, en 163 turnos al bat. Durante las siguientes cuatro temporadas se mantuvo con el equipo de Grandes Ligas pero nunca se afianzó como titular, en ninguno de esos años alcanzó los 100 turnos al bate y sólo una vez alcanzó un promedio mayor a .200 (.218 en 1978). Su aportación era más bien defensiva, el manager de Pittsburg lo utilizaba como relevo de Frank Taveras en los últimos innings de los partidos.

El 5 de diciembre de 1978, Mendoza fue cambiado a los Seattle Mariners junto con Odell Jones y Rafael Vásquez, Pittsburg recibió a Rick Jones, Tom McMillan y al también mexicano Enrique Romo.

En dos años en Seattle, Mendoza alcanzó la titularidad del short stop y tuvo 373 turnos al bate en 1979 (con .198 de porcentaje) y 277 en 1980 (con un porcentaje de .245 que no hace honor a la leyenda).

Luego de la temporada de 1980, Mendoza volvió a estar en un paquete de cambio: esta vez se fue de Seattle junto con Larry Cox, Rick Honeycutt, Willie Horton y Leon Roberts, a los Texas Rangers, que enviaron a los Mariners a Steve Finch, Brian Allard, Rick Auerbach, Ken Clay, Jerry Gleaton y Richie Zisk.



Jugando para Texas, en la temporada recortada de 1981 Mario Mendoza bateó .231 con 229 turnos, y en 1982, con sólo 17 turnos, acumuló un raquítico.118.

El 7 de junio de 1982 (luego de no ver acción desde el 22 de mayo), los Rangers lo dejaron en libertad y su carrera en Grandes Ligas terminó.

En sus nueve temporadas en Grandes Ligas, Mendoza acumuló mil 337 turnos al bat y .215 de porcentaje. El mundo se encargaría de recordárselo para siempre.

Óscar Soria, voz oficial en español de los Arizona Diamonbacks y comentarista de los Naranjeros de Hermosillo de la Liga Mexicana del Pacífico cuenta:

“Conozco a Mario Mendoza desde que fue manager de los Yaquis de Ciudad de Obregón. En una entrevista, le pregunté sobre la Línea Mendoza y me dijo que Tom Paciorek fue el primero en mencionar la frase un domingo mientras leí el periódico. George Brett la dijo después y luego Chris Berman, conductor del programa Baseball tonight de ESPN, la dijo en cadena nacional.

”Mario me dijo que cuando Berman mencionó la frase y la gente comenzó a reírse sintió coraje, pero ahora simplemente disfruta la fama que la ha traído”
La venganza de Mario Mendoza
Mundialmente famoso por culpa de George Brett, Mario Mendoza tendría su oportunidad de venganza en una serie entre Marines y Royals en 1980. El propio Brett recuerda:

“Fuimos a una serie a Seattle, creo que bateé 2 hits en 12 turnos, con dos jonrones, pero hice muy buenos contactos las otras 10 veces, recuerdo que Mario Mendoza hizo dos o tres grandes jugadas defensivas en el short stop. Cuando pasan ese tipo de cosas uno sólo puede pensar: ‘Caramba, ¿será la alineación de las estrellas?’ Estas bateando justo a la colocación de los defensivos o tienes a todo mundo lanzándose por las pelotas y atrapándolas. Piensas ‘¿Qué diablos pasa aquí? Hace un mes todos esos batazos eran hits y de repente no puedo ponerme en base’”.

Probablemente es demasiado ejercicio de imaginación, pero al final de esa temporada Brett tuvo promedio de .390, apenas 10 centésimas por debajo de la inmortalidad; tal vez si esos dos o tres outs que Mendoza le hizo fueron la diferencia. Mario Mendoza, aún en estos días, seguramente sonríe cada vez que alguien menciona a Ted Williams como el último bateador que alcanzó un promedio de .400.

En 1979, la revista Sporting News publicó un artículo titulado M’s singing praises of Mendoza’s glove magic firmado por Hy Zimmerman. En el texto, Bill Mazeroski, ex segunda base, miembro del Salón de la Fama y coach de los Mariners en ese entonces declaró: “Mario Mendoza es el mejor short stop de la Liga Americana”. “Esa es palabra del César”, acotó Zimmerman.

De regreso a la Liga Mexicana de Beisbol, Mendoza jugó para los Acereros de Monclova, Rieleros de Aguascalientes, Charros de Jalisco y Sultanes de Monterrey. En la Liga Mexicana del Pacífico lo hizo para Mayos de Navojoa, Naranjeros de Hermosillo y Potros Tijuana.

En México, además de hacer honor a su apodo de Manos de seda, Mendoza bateó para un robusto .291, labor que le valió ser elegido al Salón de la Fama en 2000.

Luego de debutar como estratega en Ligas Menores en Estados Unidos, Mendoza ha dirigido en México a Tecolotes de Laredo, Tigres, Olmecas de Tabasco, Piratas de Campeche y Pericos del Puebla. En la Liga del Pacífico a los Yaquis de Ciudad Obregón, Naranjeros de Hermosillo, Cañeros de Los Mochis, Algodoneros de Guasave, Águilas de Mexicali y Mayos de Navojoa.

El 26 de junio de 2007, Alexander Wolff publicó en Sports Illustrated un artículo titulado simplemente Mario Mendoza:

“La Línea Mendoza suena (mañoso juego de palabras que hace referencia al término beisbolero, pero se refiere a la línea telefónica del ahora manager. Nota del metiche). Es la esposa de Mario Mendoza, Irma Beatriz, llamando para saber de su esposo. Apenas una hora antes había sido despedido de su puesto como manager de los Piratas de Campeche de la Liga Mexicana de Beisbol. Con el equipo ubicado en el penúltimo lugar de la Zona Sur e incapaz de dar un hit a la hora buena, la organización sintió que no tenía otra opción que dejar ir al miembro del Salón de la Fama.

”A pesar de ello, Mendoza confirmó la cita con el reportero y el fotógrafo que viajaron desde los Estados Unidos y quienes le aseguraron que no sólo tenían interés en su pasó a la inmortalidad: la llamada Línea Mendoza, el limbo por debajo de los .200de porcentaje de bateo en el que es doloroso estar para todo pelotero de las Ligas Mayores. De hecho, los norteamericanos le aseguraron que venían a documentar como es su vida hoy. Y hoy…ha sido despedido.
(…)

”’Ha habido más de 100 jugadores mexicanos en Grandes Ligas. Yo fui el número 28’, recuerda Mendoza. No fue fácil sobrevivir en las Ligas Menores
Con jugadores dominicanos tirándole toallas en la regadera o con un compañero de equipo afroamericano que le decía ‘Tú no eres negro, no eres blanco, eres anaranjado’.
(…)

”La Línea Mendoza es hoy, el nombre de una banda de rock radicada en Georgia y incluso Brandon Walsh, el personaje de Beverly Hills 90210, pronunció la frase en referencia a pasar exámenes con la mínima calificación aprobatoria.

”La Línea Mendoza vuelve a sonar. Es Roque Sánchez, el primera base de los Piratas de Campeche. ‘Te fallamos’, dijo en nombre de todos los miembros de la plantilla del equipo. ‘Siempre soñé con jugar para un manager como tú’.
(…)

”‘Eso (la Línea Mendoza) es por lo que todo el mundo me recuerda’ dice Mendoza quizá con un dejo de frustración
.

Se equivoca don Mario, Roque Sánchez (y probablemente unas cuantas decenas de jugadores más), lo recordará como el manager que siempre soñó tener.