sábado, 27 de noviembre de 2010

El regreso más grandioso en la historia del beisbol (parte II)

Juan Carlos Plata

El Procedimiento de Tendón de Schilling
El 5 de octubre, durante el primer juego de la Serie Divisional que los Red Sox jugaron contra los Angels en Anaheim, Schilling se rompió el tendón del músculo peroneo lateral corto de la pierna derecha (que va del tobillo a la pantorrilla), empeorando una molestia anterior.
El tendón suelto hacía contacto con el hueso causando dolor e inflamación. Para el juego 1 de la serie contra los Yankees, Reebok le envió al as de Boston un par de spikes más altos de lo normal, buscando mantener el tendón en su lugar. El experimento no funcionó, Schilling sólo lanzó 3 entradas y permitió 6 carreras, 6 hits, otorgó dos bases por bolas y sólo ponchó a un bateador.

Horas antes del juego 5, Schilling fue intervenido por el doctor de los Red Sox, Willie Morgan. El procedimiento, hoy conocido como Intervención de Tendón de Schilling, consiste en colocar grapas de sutura que fijen el tendón roto al cartílago.

Menos de 24 horas y “la sesión de calentamiento más dolorosa de mi vida” después, Curt Schilling subió al montículo de Yankee Stadium para el juego 6.

Así lucía el tobillo de Schilling luego de la intervención

19 de octubre de 2004
Juego 6: La media sangrante
Antes del primer juego de la serie, Schilling declaró: “No me imagino un mejor escenario que callar a 56 mil neoyorkinos”. En esa ocasión no pudo sustentar sus palabras.

En la conferencia de prensa anterior al juego 6, la primera pregunta para Schilling fue: ¿Cómo te sientes, con tu lesión, para el juego 6? Sin pensar y sin dejar pasar un segundo, el pitcher respondió: “Listo para empezar”. Y recordó su declaración previa al juego 1: “Sé lo que dije sobre callar a 56 mil neoyorkinos, en el juego 1 no pude hacerlo, esta puede ser mi última oportunidad”.

Todos los expertos coincidían en que la clave del partido sería la cantidad de entradas que pudiera trabajar Schilling y la efectividad que pudiera tener.

Luego de limitar a los Yankees a un hit en tres entradas completas, ya con dos outs en la cuarta entrada, Millar conectó un doble al jardín izquierdo, avanzó a tercera en wild pitch de Jon Lieber y anotó en sencillo de Varitek. Cabrera siguió con sencillo y con dos hombres a bordo, Mark Bellhorn pegó un jonrón apenas por encima de la barda de jardín izquierdo (inicialmente se había decretado doble de terreno porque la bola golpeó a un aficionado y regresó al campo, pero luego de una larga deliberación de los umpires se cambió la decisión) y los Red Sox estaba arriba 4-0.

Schilling continuó su excelente labor mientras la marcha de sangre, producto de la separación de las suturas, crecía en su calceta y alcanzó la séptima entrada permitiendo sólo una carrera (jonrón de Bernie Williams), cuatro hits, sin dar pasaporte y ponchando a cuatro.


Para la octava entrada, y con Bronson Arroyo en el montículo, luego de un out, Miguel Cairo conectó doble al jardín derecho y anotó en sencillo de Derek Jeter.

Con Jeter en la inicial, Alex Rodríguez bateó una rola al pitcher, Arroyo tomó la bola y corrió hacia la línea para tocar al corredor, Rodríguez tiró un manotazo al brazo de Arroyo y lo hizo perder la pelota que se fue hacia la zona de foul de jardín derecho. Jeter anotó y Rodríguez, representando la carrera del empate, se instaló en segunda base. Los Yankees estaban de regreso en el juego y el fantasma del Bambino –que tanto había sido invocado por los neoyorkinos en esos días- rondaba de nueva cuenta Yankee Stadium.

Pero Terry Francona salió de la cueva de Boston para reclamar la jugada. Nuevamente hubo junta de umpires y después de casi dos minutos de discusión, el umpire de primera base, Randy Marsh, declaró out a Rodríguez por interferencia y regresaron a Jeter a primera base.

Mientras Joe Torre y Alex Rodríguez discutían con los umpires, desde las tribunas comenzaron a caer pelotas de beisbol y todo tipo de basura mientras 56 mil neoyorkinos coreaban: ¡Bullshit, bullshit!

Pero cuatro outs, casi 10 minutos de lluvia de desperdicios sobre el campo y la entrada de una numerosa presencia policiaca en el terreno después, tal como lo había dicho Schilling, tuvieron que guardar silencio.

Los Boston Red Sox de 2004 se convertían en el primer equipo en estar abajo 3 juegos a 0 –un total de 25- y forzar un séptimo juego en la historia del beisbol de grandes ligas y por segundo año consecutivo jugarían un juego 7 de Serie de Campeonato de la Liga Americana en Yankee Stadium (en 2003, Brett Boone en la undécima entrada enterró a Boston y mantuvo viva la Maldición del Bambino con jonrón por todo jardín izquierdo).

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