John Lindsey tuvo que jugar 1571 partidos, tomar 5597 turnos al bat, pegar 1589 hits y 219 jonrones y empujar 1035 carreras en ligas menores para poder batear por primera vez en grandes ligas…Bueno, para batear tuvo que esperar un día más. Esta es su historia.
Juan Carlos Plata
El artículo John Lindsey waits for his chance, publicado el 31 de agosto de 2010 en el portal de internet de ESPN Los Angeles y firmado por Ramona Shelburne, nos cuenta:
“Cada tarde, alrededor de las 2 en punto, (John Lindsey) camina hacia el clubhouse de los Albuquerque Isotopes. La oficina del manager, Tim Wallach, es hacia la izquierda, su locker está al terminar el pasillo. Antes de dar la vuelta, siempre echa una mirada hacia adentro de la oficina.
“Lo he imaginado, ¿sabes? Camino hacia el vestidor y veo a Wally. Él me sonríe y me dice: ‘John, entra. Hoy es el día’”
Bueno, John. Como bien lo sabes, hay veces que las cosas no son como uno se las imagina.
Es la tarde del domingo 5 de septiembre de 2010, John Lindsey está en su cuarto de hotel en Round Rock, Texas –terminando una tarea de la licenciatura en línea que cursa-. Los Albuquerque Isotopes –equipo sucursal Triple A de Los Angeles Dodgers- estaban en medio de una serie de cuatro juegos contra el Express local. Suena el teléfono y del otro lado de la línea está Ned Colletti, gerente general de los Dodgers.
El diálogo es el siguiente:
-John Lindsey ¿Cómo estás, compañero?
-Bien, señor, muy bien.
-Excelente. Espera un momento tengo que poner el altavoz. ¿Me escuchas?
-Sí, señor.
-Ok. No puedo decirte cuan honrado me siento de tener esta conversación contigo. Después de todo lo que has pasado y de toda tu perseverancia… es tiempo de que vengas a las grandes ligas, mi amigo.
-Oh, muchas gracias, señor.
-Si todos tuvieran tu actitud y tu manera de entender el juego, este sería un juego mucho más grande de lo que es, y es muy grande ya.
-Gracias. Muchas gracias, señor.
Y así, se terminaron (por lo menos por un rato) 16 años de espera. Ningún jugador de beisbol activo tenía más tiempo que Lindsey jugando en las menores sin jamás haber jugado en las Mayores.
Lindsey voló inmediatamente de Texas a San Diego para encontrarse con su equipo. Colletti también arregló que la familia de Lindsey (su esposa Christa, su hijo John III y sus padres John y Mattie) viajara de Hattiesburg, Mississippi a Houston para verlo jugar el 9 de septiembre.
Durante la entrevista, Ramona Shelburn hizo una pregunta dolorosa:
“Pero John. ¿Qué pasaría si sólo fuera por un día?
“Por Dios, sería increíble. Sería perfecto. Quiero decir, podría decirle a mis hijos: ‘Su padre jugó en grandes ligas’. He jugado 16 años. Esto (las ligas menores) es lo único que conozco, pero la meta que siempre he tenido es jugar en las mayores. Claro, el plan no incluía tardar tanto tiempo.”
Lindsey fue elegido en la ronda 13 de draft de 1995 por los Colorado Rockies y desde entonces ha pasado por las 6 diferentes categorías de ligas menores, además de ligas independientes. También ha jugado en Japón y en la Liga Mexicana de Pacífico con los Venados de Mazatlán.
En las menores acumula 16 temporadas, 14 equipos distintos, 1571 juegos, 5597 turnos al bat, 1589 hits, 370 dobles, 30 triples, 219 jonrones, 1035 carreras impulsadas, 25 bases robadas, 492 bases por bolas, 1293 ponches, tiene promedio de bateo de .284 y .361 de embasamiento.
Regresemos al artículo de Shelburn:
“Lindsey estaba supuesto a ser una buena influencia para el clubhouse de los Isotopes en 2010. Batear en la mitad del orden, empujar carreras, jugar decentemente la primera base, ser un buen ejemplo para los jóvenes. 15 jonrones y un promedio de bateo de .285 serían un buen año.
“En lugar de eso está teniendo la mejor temporada de su carrera.
“Durante buena parte de la temporada, lideró la Pacific Coast League en porcentaje de bateo y slugging. Para la pausa del Juego de Estrellas bateaba .402. Aunque se ha enfriado un poco recientemente, sigue bateando .361 con 23 jonrones al 29 de agosto.
“Uno escucha frases como ‘se lo merece’ o ‘se lo ha ganado’ cada vez que se menciona el nombre de John Lindsey en el clubhouse de los Isotopes. El juego se gobierna a sí mismo, no es discrecional, ellos dicen. Existe la justicia. Una instancia superior que se asegura que los buenos tipos que hacen las cosas de la manera correcta, y batean .380 en el año, finalmente tengan su llamado a grandes ligas
“‘Si hay alguien que merezca tener el chance de jugar en las ligas mayores, ese es John Lindsey’, dijo el pitcher de los Isotopes John Link. ‘Honestamente, yo quiero regresar a grandes ligas, yo quiero que me llamen en septiembre, pero si fuera entre él y yo, les diría que lo llevaran a él porque se lo ha ganado’.
“‘Él tiene 33 años y nunca ha tenido una probadita, nunca. Yo la he tenido y quiero más. Estoy hambriento de ser un tipo de grandes ligas. Pero te lo digo ahora mismo, para que este tipo tenga un turno al bat o lo que sea, yo le doy a John mi lugar por un día, incluso por un mes, para que él pueda tener su probadita’”.
Si la manera en la que llegó su llamado a grandes ligas no fue como él lo había imaginado, su debut oficial con los Dodgers también fue algo que costaría mucho trabajo prever.
Lindsey se unió a los Dodgers en San Diego el lunes 6 de septiembre y no tuvo participación en los dos primeros encuentros contra los Padres.
Los Dodgers perdían 4 carreras a cero y bateaban en la octava entrada del tercer juego de la serie, el miércoles 8 de septiembre. Con un out y un hombre en base, James Loney bateó un sencillo al jardín derecho contra el lanzador zurdo Joe Thatcher.
El manager de los Dodgers, Joe Torre, sacó del juego al zurdo Scott Podsednik y envió a Lindsey (derecho) a batear.
Ahí estaba Lindsey, en el círculo de espera de un parque de grandes ligas, en un juego de grandes ligas, luciendo un jersey de equipo de grandes ligas, con un bate de grandes ligas en las manos.
Mientras el anunciador oficial daba cuenta del cambio y decía su nombre (“Cambio de los Dodgers, Scott Podsednik está fuera del juego, batea en su lugar, número 35, John Lindsey”), el hombre caminó hacia el home plate.
Raspó la tierra de la caja de bateo con sus spikes y acomodó el pie derecho: estaba a punto de tener su primer turno al bat en grandes ligas.
Joe Black, timonel de los Padres salió del banquillo, volteó al bullpen y ordenó que enviaran al derecho que calentaba, Luke Gregerson. Mientras tanto, Lindsey salía de la caja de bateo y hacía un par de swings de calentamiento extras.
Pero Torre ideó un plan distinto. Sacó a Lindsey del juego y mandó a Andre Either (zurdo) a batear contra el pitcher derecho.
La primera vez que el nombre de John Lindsey quedó registrado en el box score oficial de un juego de grandes ligas, es un box score que da cuenta de un juego en que Lindsey no tuvo participación.
¿Frustración? ¿Enojo? ¿En los fanáticos en internet? Sí. Dos de los blogs de aficionados de los Dodgers más conocidos: www.mikesciosciastragicillness.com y www.memoriesofkevinmalone.com arremetieron contra Torre apenas segundos después del movimiento.
¿En Lindsey? No. John regresó al dugout muerto de risa por la situación.
¿El resultado del cambio? Ethier bateó para doble play.
Luego del juego, de acuerdo con la nota publicada por Ken Gurnicken el portal de la MLB, Torre le regaló a Lindsey la tarjeta del line up que tenía su nombre escrito y atravesado por una cruz.
“La colgaré encima de la chimenea, no tengo una chimenea todavía, pero alguna vez la tendré”.
Y la nota sigue:
“Es un verdadero honor (ser parte de los Dodgers). Hoy puedo decir que tengo algo en común con Jackie Robinson, Sandy Koufax y Maury Wills”, dijo Lindsey, que a sus 33 años se convirtió en el jugador no asiático* de mayor edad en debutar en grandes ligas”.
Al día siguiente, ya con su familia en las gradas, Lindsey tuvo su primer turno al bate en grandes ligas en el Minute Maid Park de Houston. En la séptima entrada bateó de emergente por el pitcher Ted Lilly enfrentando a Gustavo Chacín y conectó un elevado profundo entre jardín derecho y central que terminó en el guante de Jason Bourgeois.
El sábado 11 de septiembre inició su primer juego jugando la primera base y al día siguiente, frente al pitcher Nelson Figueroa, pegó su primer, y hasta ahora único, hit en grandes ligas. Una línea al jardín izquierdo que Carlos Lee no pudo mantener en su guante.
En una temporada gris para los Dodgers (terminaron con récord perdedor y tercer lugar de división), el caso de Lindsey, además de ser noticia, tuvo un impacto positivo en el clubhouse del equipo: Jamie Carroll y Ryan Theriot lo llevaron a comprarse trajes, camisas y zapatos apropiados para el gran circo (y pagaron la cuenta) y Casey Blake pagó su contribución a la propina que los equipos visitantes dejan a los encargados del clubhouse de los parques en los que juegan.
Pero al parecer 16 años en ligas menores no han sido prueba suficiente para el guerrero Lindsey. El 25 de septiembre, durante su segundo juego como titular, una potente recta del pitcher Daniel Hudson de los Arizona Diamondbacks impactó en su muñeca izquierda durante su turno al bate de la séptima entrada y le fracturó la mano.
De acuerdo con la nota de Jim Peltz, publicada en el Los Angeles Times, Joe Torre dijo al respecto:
“Es muy triste que después de tanto esperar por esta oportunidad él tenga que tragarse esta pastilla. Pero estoy seguro que este muchacho no va a dejar que esto lo aleje de pelear por su lugar aquí el año entrante”.
“En efecto, Lindsey –luciendo un vendaje en la mano después del juego- dijo que planea estar en el spring training de la temporada entrante. ‘Tengo que apoyarme en mi fe. Hay una razón para todo esto’”.
Los entrenamientos primaverales 2011 ya iniciaron y sí, en el complejo Camel Rach que los Dodgers comparten con los Chicago White Sox en Glendale, Arizona, John Lindsey –ya con 34 años- está ahí tratando de ganarse un lugar en un equipo de grandes ligas.
*Hasta hace no mucho tiempo, los jugadores asiáticos que emigraban hacia las grandes ligas debian retirarse de la liga japonesa antes, por lo que era usual que jugaran muchas temporadas en su país y llegaban a Estados Unidos con más de 30 años.
2 comentarios:
impresionante histoia
no queda mas que decir que la edad no es un obstaculos para alcanzar nuestros sueños, siempre hay tiempo solo es cuestion de tener la actitud y el positivismo de querer hacer las cosas!
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